Historia de O por Pauline Réage, pseudónimo de Anne Desclos, más conocida como Dominique Aury (otro pseudónimo).
Una joven parisina, fotógrafa de moda, accede a su degradación a manos de su amante, René, y los miembros de una sociedad dedicada a los placeres del sadomasoquismo. René lleva a O, como él la llama, al castillo de Roissy en las afueras de París. Allí la protagonista es entrenada e introducida al estado de esclava mediante violaciones, azotes frecuentes y aislamiento. Ya de vuelta en París René la cede a un inglés, Sir Stephen, que a través de humillaciones y castigos la hace definitivamente suya en cuerpo y mente.
Esta novela, una fábula masoquista, es un clásico de la literatura erótica del siglo XX, un referente obligado.
Aunque hay quien la critica como una traslación del ideario del Marqués de Sade a la novela moderna no podemos menos que notar importantes diferencias. La principal es que esta novela abunda en erotismo, mientras que los textos del buen Marqués rezuman filosofía y moral.
Otra diferencia que a mí me parece significativa es que en los escritos del Marqués las mujeres son víctimas que no disfrutan del trato a las que son sometidas por los glotones sádicos. O, en cambio, se somete gustosa a sus torturadores.
Pero no voy a hacer disección aquí de la novela. Muchas otras personas lo han hecho antes que yo, y no añadiría nada nuevo. Si queréis que os la expliquen haced como los mayores y buscad en el google, perezosas.
Querida lectora, me preguntas si te la recomiendo y yo te respondo que depende. En el caso de que estés pasando todavía los escollos y dificultades de la adolescencia diré que sí, lectura imprescindible.
Si tienes ya una edad échale un vistazo y, si a las primeras 20 páginas no te ha enganchado, dale una patada y busca algo más de tu gusto.

2 comentarios:
Ummm,sigues regalandome cosas k me gustan...zapatos de tacon rojos...cinturones y ahora para esperarte hasta tu regreso el libro de Historias de O,cuantos recuerdos...has despertado mis ganas..volvere a leerlo
Para una lectora que tengo más me vale mimarla. De lo contrario esto sería como hablarle a una pantalla vacía.
También tienes suerte de ser la única, no te hace falta competir para conseguir atención. La poca que pueda prestarte, quiero decir.
Good night, and good luck.
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